Mi Vino de la Semana

miércoles, 4 de marzo de 2009

Castas raras


Todos los primeros martes de mes nos reunimos unos cuantos amigos, profesionales y aficionados de esto de los vinos, para hacer unas catas temáticas que creo que son lo suficientemente interesantes para que las suba al blog. Más ahora que cuatro de los miembros han demostrado que son unos 'cracks' en esto de la cata a ciegas (nuevamente mi enhorabuena a los cuatro).

Este mes nos propusimos que cada uno trajera una botella 'a ciegas' de un vino elaborado con una variedad que no fuera muy conocida y a alguno como veréis se le fue de las manos...

La cata comenzó muy fuerte con un Château Chalon 1998 elaborado por Jean Maclé con la variedad Savagnin. Simplemente espectacular aunque muy joven, con las notas características habituales de los vinos criados bajo velo de flor, durante 6 largos años en este caso, y con una preciosa acidez que nos hace presagiar un excelente envejecimiento. Para remate la botella y etiqueta son unas de las más bonitas de cuantas se pueden encontrar en el mercado (por cierto de 62cl. llamada 'clavelin' capacidad de acuerdo a lo que resulta de un litro de mosto después del envejecimiento en barrica). Algunos afortunados probaron hace pocas fechas en El Celler de Can Roca una botella del 76 si mal no recuerdo que creo que estaba impecable. En este vino era fácilmente identificable la variedad aunque algunos nos decantamos por un elaborador más moderno como Tissot por su limpieza y técnica.

El otro blanco de la cata provenía del Douro y se trataba de un Redoma reserva 2000 elaborado con multitud de variedades entre las que destacan Rabigato, Codega, Donzelinho, Viosinho o Arinto. El vino estaba muy vivo con una buena acidez aunque marcaba aún ligeramente la madera pero en general a todos nos sorprendió que se tratara de un 2000. Aquí en líneas generales nos acercamos al sur aunque nadie pensó en Portugal y menos en que fuera el mítico Redoma de Dirk Niepoort.
A partir de aquí decidimos empezar con los tintos y el inicio fue el vino que mejor definía la cata que habíamos quedado en hacer. nuestro amigo Ignacio nos deleitó con un Mupanpehos 2003 (el nombre me lo he medio inventado porque estaba en griego, je je), es decir con vino procedente de Creta de variedades de uva irreproducibles. Rústico y de imagen poco atractiva, sorprendió por su personalidad y buena evolución. La madera apenas se percibía dejando paso a algunas notas que a mi personalmente me recordaban en cierta manera a la uva Monastrell.

El siguiente vino también procedía de Grecia, se trataba de un Notios 2005 elaborado por Gaia Wines (nada que ver con Angelo Gaja, el mítico productor italiano como bien me apuntó Luis). La variedad de uva empleada era la Agiorgitiko y si bien poseía también cierta rusticidad se le atisbaba un perfil más comercial que en el caso anterior (aunque sólo fuera por la etiqueta...).

Los dos siguientes vinos procedían de la misma zona y, curiosamente, de la misma uva Humagne Rouge. Uno procedía de la Cave du Cretacombe y era de la añada 2002, un vino fresco y vegetal que nos hizo volver a hablar de lo agradables que son los vinos cuando la madera no aparece en primer plano. El otro en cambio se trataba de un Favre 2007 que aparecía con un perfil más moderno y definido aunque no ausente de esa acidez y rusticidad tánica que le aportaba carácter y presencia.

El gran vino de la tarde fue un Domaine de Belliviere Hommage a Louis Derré 2005, digo grande porque era un Magnum. La variedad de uva con la que está elaborado este vino es Pineau d'Aunis y en nariz tenía unos nítidos aromas a pimienta negra que a alguno que otro de los presentes les resultaron excesivos.

El octavo vino lo trajo uno de los nuevos miembros que a última hora no puedo asistir. Se trataba de un Tannat uruguayo llamado Reserva del Virrey 1998 y todos decidimos que lo mejor era que se lo reserváramos al virrey porque estaba francamente desastroso. !Ay, ese nuevo mundo...!

Continuamos con un curioso Pignacoluse 1998 Jermann del Friuli italiano elaborado con la variedad Pignolo. Poseía una tanicidad bestial que nos hizo pensar en un Tannat del Madiran (nada que ver con la uruguaya anterior, je je) pero tenía un perfil algo más moderno de lo habitual en esa zona. Finalmente, Fernando nos tuvo que develar la región cuando algunos ya se aproximaban a Italia.

Luis nos trajo una Cabernet Franc del Loira elaborada por un enólogo que trabaja en España, más concretamente en Dominio de Atauta, en la actualidad Bertrand Sourdais. Algunos teníamos un peor recuerdo de este vino que la verdad ha evolucionado de manera muy interesante.

El siguiente vino provenía de Canarias y estaba elaborado con Listán Negro y Negramoll, Bronce 2003. Un vino que tenía exceso de madera y aromas azufrados que hicieron que no fuera bien valorado por los catadores. Eso sí, la mayoría de ellos coincidimos en que el vino era español.

El penúltimo vino de la cata fue un Muradella Bastardo 2005 de la región de Monterrei. El vino salió con un fuerte aroma a geranio y muy descompensado en boca donde había un extraño amargor y una descompensación entre las notas verdes y el alcohol. u na pena.

Como punto final probamos otro vino español envenenado de madera Leione 2005 de Dominio Dostares elaborado con la variedad Prieto Picudo aunque era imperceptible por la sesión de maquillaje en barrica americana que habían dado al vino. Eso sí, volvimos a acertar que era español (curioso, no?).

En definitiva una cata interesante con alguna que otra sorpresa agradable y un muy mal bagaje de los vinos españoles. El mes que viene como bien ha titulado Ignacio la cata estará de dedicada a la uva Syrah (y digo bien Syrah porque espero que no aparezcan demasiados Shiraz). En fin que syrah, syrah... la cata nos lo dirá.
Hasta la semana que viene!

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4 comentarios:

Blogger Olaf said...

Jejeje, eso de "huele a español" también se ha escapado mas de una vez en las catas de los Sarmientos y normalmente también tiene que ver con los tratamientos de madera.
Interesante cata de cosas raras, a mi me gustan ese tipo de experimentos. Sobretodo si son con un Macle de esos, aunque sea jóven.
Saludos

Olaf

viernes, marzo 06, 2009  
Blogger José Luis Giménez said...

Supongo que ese "sabor español" es porque el mercado así lo pide ¿nooooo? }:-/

Saludos,

Jose

viernes, marzo 06, 2009  
Blogger César said...

Hablamos de eso durante la cata, Jose. Efectivamente algunos de los presentes no se creían que a la gente le gustaran estos vinos pero como bien dices es la realidad del mercado. A veces los que estamos en este mundillo perdemos perspectiva, menos mal que 'apatrullando' la ciudad la gente me devuelve a la realidad.

viernes, marzo 06, 2009  
Blogger José Luis Giménez said...

Lo que realmente dudo César, cada vez más, es que ese manido mercado realmente exista.
Creo que si a ciegas y lubricando comestibles se ponen esos madereos junto a vinos que no lo son, el porcentaje se inclinaría hacia el otro lado.

Saludos,

Jose

viernes, marzo 06, 2009  

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